miércoles, 13 de mayo de 2009

Días Perdidos

Tiempos de cambio en nuestras vidas parecen ser los que se avecinan. Con la llegada del frío siempre suman las ganas de disfrutar un buen libro en la cama, pero justamente no es mi caso, que aquí estoy dispuesto a compartir con ustedes un nuevo artículo. Como festejo de las 20.000 entradas quería traerles un tema más que interesante. Pero no perdamos más tiempo con esta introducción y pasemos realmente a lo que nos tiene frente a la PC…. ¿Wasted Year? Diría Iron Maiden... De eso se trata, del tiempo perdido de:


"Los 10 días que nunca fueron"


En la antigüedad, las culturas utilizaban el conocido calendario lunar, basándose en las fases de la luna, pero luego de descubrir su imperfección fue implementado el calendario Juliano que como bien sabemos es el antecesor al calendario Gregoriano basado en el movimiento del Sol, manteniéndose en algunos países hasta el Siglo XX.

Si comparamos el calendario Juliano y el Gregoriano, en apariencia son idénticos ya que ambos se basan en el año trópico, así se le llama al tiempo que transcurre entre dos pasos consecutivos de la tierra por el mismo equinoccio o solsticio. El detalle es que fue redondeado en 365, 25 días, optando por un año cada cuatro que contenga 366 (el conocido año bisiesto).

Este fue instaurado en el 46 AC, con el nombre de Julius en honor al supremo Julio Cesar, optando por contar 345 días, en lugar de los 365 habituales para corregir los desfasajes que había dejado el calendario anterior. Este año fue nombrado como el de “la confusión”.

Pero la realidad es que la cuenta real del año trópico da un total de: 365,24219 días (365, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos), haciendo que el calendario Juliano pierda unos 11 minutos por año.En unos pocos años de nuestras vidas, 11 minutos no llegan siquiera a un cuarto de día, pero en 1257 años (325-1582) ascendían a 10 días (9,6 real).

El papa Gregorio XIII decide, después de un extenso estudio matemático por especialistas de la Universidad de Salamanca, instaurar el nuevo calendario, debido a la necesidad de poner en practica uno de los acuerdos del “Concilio de Trento”. Esto constaba de eliminar el desfasaje que se produjo debido al anterior “Concilio de Nicea”, el que determinaba que la pascua se festejara el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de otoño en nuestro hemisferio, que con los cálculos incorrectos del año trópico producían el error.

Esta reforma llevo a tener 10 días perdidos en nuestra historia. Luego de dada las 23:59 del jueves 4 de octubre le sucedió el viernes 15 de octubre, dejando un espacio vacío en nuestro calendario histórico.

Pero esto no es todo. También se modificó la regla de los años bisiestos. Desde esa fecha serían bisiestos aquellos años que son múltiplos de cuatro, salvo que terminen en dos ceros. De estos últimos son bisiestos sólo aquellos que sean múltiplos de cuatrocientos (como por ejemplo el 1600), dejando a los otros (como el 1700 sin serlo). Así, ni el 1800 ni el 1900 fueron años bisiestos.

El año 2000, si lo fue. No debería serlo por que termina en dos cero, pero si es múltiplo de cuatrocientos.

Después de tantos cambios, podemos decir que el actual calendario Gregoriano atrasa unos 26 segundos por año, haciendo su precisión casi perfecta. Esto permite ajustar un día cada 3300 años.

Espero no haberlo mareado con tantas fechas y números.